Uf, qué ambiente más tenso hay en verano. Normal. Madre mía qué calor hace. Comente esto en el ascensor con cualquiera de sus vecinos y lo más seguro es que saque como conclusión que éste es el verano más caluroso de los últimos 50 años, y ya si empieza a hacer cuentas la temperatura debería rondar los 56º aprox., de los celsius claro…
Es entonces el mejor momento de consumir fruta, que le va a venir muy bien para tomar el sol a tutiplén y estar de mejor humor, descomer vertiginosamente y con soltura y comentar a su compañero de trabajo que se come la piel alardeando así de ecologista y sano que tan de moda está; a esto debería añadirle el ducharse menos si quiere contribuir a estos temas pero de esto ya hablaremos a su debido tiempo.
Hay diferentes teorías sobre la alimentación del ser humano, y gente que está dispuesta a hacer de todo vamos: carnívoros, vegetarianos, crudívoros, frugívoros, veganos… corrientes que no tienen desperdicio, pero lo que poca gente conoce es el grupo de las llamadas frutas «higiénicamente-comestibles«, tema de rabiosa actualidad alimentaria, también gracias a la expansión de la gripe porcuna.
Para que un ciudadano medio pueda entender el concepto de fruta higiénicamente-comestible, podría definirse como aquella que no deja el paso de bacterias infecciosas al organismo por vía oral; una fruta catalogada tipo HEF (Hygienically-Edible Fruit) no se toca con las manos ni es por tanto capaz de transportar ningún tipo de germen a su cuerpo o al menos minimizarlo; alivie sus picores sin reparo ni tener que ir a lavarse las manos con jabón, que tanto mal hace a nuestra dermis, mientras ve los cotilleos de sobremesa y digiere el cerdo que acaba de engullir.
Una de las características fundamentales para clasificar al fruto como HEF no va a ser solamente la morfología del mismo, sino la técnica y la manera en que lo vaya a ingerir.
Dentro de las HEF‘s podemos distinguir algunos grupos o grados, siendo:
HEF de 1er grado: el plátano.
Es la HEF por excelencia, corte la punta superior y ábralo hasta la mitad de su longitud, eso sí, ¡ni se le ocurra poner los dedos en zonas que no sean la cáscara! de lo contrario no sería una HEF lo que estaría consumiendo.
HEF de 2º grado: el kiwi.
Preste mucha atención a la manera de consumirlo. Debe partirlo en dos por el centro, no deje que la parte verde caiga al plato ni la toque bajo ninguna circunstancia. Coja una cuchara pequeña y tómelo como si de un yogurt se tratase.
De grado similar puede clasificarse la chirimoya, el melón cantalupo, etc.
HEF de 3er grado: las cerezas.
Métalas en un escurridor y páseles abundante agua, déjelas en remojo si es necesario, no vaya a pillar una buena infección nosocomial del manoseo. A la hora de consumirlas, asegúrese que es del rabo por donde las agarra y no por la fruta en sí.
Dentro de este grupo y siguiendo estás instrucciones también pueden incluirse las fresas o las uvas, pero siempre usando un tenedor, no sea tramposillo.
Un cuarto y último grado podría englobar a la mayoría de las frutas, consumidas con cuchillo y tenedor claro está, pero tenga en cuenta que a mayor grado de HEF menor protección contra agentes infecciosos, allá cada cual con su riesgo.
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